Muchas veces nos preguntamos si hemos elegido el camino correcto. Si tomamos las decisiones acertadas. Si realmente ese cambio era lo que necesitábamos o es lo que necesitaremos. Si a aquello que hemos renunciado no lo deberíamos haber hecho. O si hubiéramos elegido la otra opción. ¿Qué habría sucedido ahora? A veces vemos la vida en sueños, otras vemos la película que podríamos haber vivido con otros actores, y otras sin embargo construimos nuestro camino sin miedo a nada, sin arriesgarnos a dejarlo en manos del destino.
Nuestra historia se divide en dos senderos. El sendero profesional y el sentimental. Básicamente entre ellos gira todo nuestro entorno. Las decisiones son arriesgadas en ambos, son vertiginosas y nada te asegura un futuro mejor que tu presente. Sin embargo hay que respirar hondo y hacer camino, seguir creciendo, seguir madurando y no quedarse estancado en nada que no te deje elevarte ni volar. Es lo único que por ahora me ha quedado claro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario